9 de febrero de 2011

El PTC renuncia al PDA

Bogotá, 4 de febrero de 2011


Sra. doctora
Clara López Obregón
Presidenta del Polo Democrático Alternativo
E. S. M.


Apreciada presidenta:

Como colectivo político, Partido del Trabajo de Colombia, PTC, ingresamos al PDI, Polo Democrático Independiente, que luego se transformó en PDA, ahora, en esa misma condición actuamos para salirnos de las filas del Polo. Con esta comunicación estamos informándole a esa colectividad de la voluntaria renuncia colectiva que suscribimos los miembros de nuestra dirección central y algunos otros compañeros, y que prontamente será seguida de la renuncia de nuestros dirigentes y militantes en todas las coordinaciones territoriales del PDA.

En realidad, formalizamos así el paso que de hecho decidimos dar numerosos sectores de todo el país en la reunión nacional de la Corriente Democrática realizada en Bogotá el 1° y 2 de diciembre pasados, presidida por su líder, Gustavo Petro, que fue el de abandonar definitivamente el PDA para invitar a los colombianos y a sus liderazgos de diversas procedencias y sectores a emprender conjuntamente la conformación de la nueva fuerza democrática que necesita Colombia.

La razón por la cual renunciamos al PDA es muy simple: en este terminó prevaleciendo una orientación extremoizquierdista, tan nociva para el Polo como para el país, que ha adulterado el genuino sentido democrático que empezó a abrirse paso con el PDI y que representaron varios de sus fundadores, como Luis Eduardo Garzón, Antonio Navarro Wolff y Gustavo Petro. También motivaron nuestra renuncia otras cuestiones de fondo y trascendencia. A las fundadas denuncias sobre corrupción hechas por la Comisión de Seguimiento de la Contratación de la Alcaldía de Bogotá, coordinada por Gustavo Petro, el concejal de Bogotá Carlos Vicente de Roux y el senador Luis Carlos Avellaneda, la mayoría de la dirección del Polo ha respondido con un asustado portazo. Las expectativas de que los indicios sobre el grave asunto, incrementadas con el cúmulo de evidencias recientes, pudiesen generar un giro rectificador en sectores de la dirección del Polo se desvanecieron del todo.

Quienes pretendieron prohibirle a Petro que opinara públicamente, so pretexto de los estatutos, mantienen periódicos, páginas web, correos habituales, sedes propias y posiciones públicas de los grupos políticos que presiden, amén de las frecuentes declaraciones de sus voceros en el Congreso y otras corporaciones públicas, que jamás consultan instancia organizativa alguna del Polo ni antes ni después de plantear sus opiniones y criterios. Cuando triunfó Gustavo Petro en la consulta ciudadana del Polo para escoger candidato presidencial, con la propuesta de una amplia convergencia de las fuerzas democráticas, la decisión mayoritaria no fue respetada. Entonces los portavoces de los sectores que hoy más vociferan sobre el acatamiento a los estatutos no sólo hicieron declaraciones públicas contrarias a la posibilidad de concretar acuerdos entre el PDA y otras fuerzas políticas, sino que adelantaron de hecho una especie de huelga contra la campaña presidencial de Gustavo Petro, que se prolongó prácticamente hasta abril de 2010. El país debe saber que tales hechos constituyen una de las causas de que el PDA haya derivado en una formación política cerrada, excluyente y sectaria.

Pero nuestra principal discrepancia actual es la obstinación del PDA en oponerse a la propuesta de Gustavo Petro de entablar un diálogo o un debate nacional con el gobierno de Santos en torno a los temas de las tierras del despojo, las víctimas de la violencia y el agua. La actual administración presentó un proyecto legislativo sobre Víctimas y Tierras y adelanta un proceso de restitución de tierras a campesinos que, con todas las limitaciones y justos reparos que se le han formulado desde la orilla de las víctimas, tiene un sentido progresivo imposible de negar, al cual se están oponiendo, con métodos legales e ilegales, los efectivos del oscuro engranaje mafioso creado por los poderes locales y regionales del uribismo a ultranza, manifestado en el reagrupamiento de sus bandas armadas y el asesinato de campesinos y líderes de víctimas.

Negar este proceso de diferenciación del actual gobierno con los peores aspectos del régimen de los anteriores ocho años, ignorar el realineamiento político que como consecuencia se viene desatando y permanecer de espaldas a esta nueva realidad, descartar que en las próximas elecciones territoriales se librará el primer pulso de fondo entre el gobierno Santos y las fuerzas más regresivas de Colombia que encabeza el ex presidente Uribe, son hechos que significan la repetición de la política sectaria que en las elecciones territoriales del 2007 impidió el apoyo de los polistas a varias candidaturas democráticas –o por lo menos antiuribistas– para alcaldías y gobernaciones.

El argumento, válido como es, de que es necesario oponerse a las políticas del gobierno Santos que prorrogan e incluso acentúan el viejo esquema de atraso y pobreza nacional, si se utiliza como lo hace el PDA, para cerrarle el paso a la amplísima política de alianzas que se requiere para aislar y dejar atrás la principal amenaza de la democracia en Colombia, el uribismo extremo, sólo llevará agua al molino enemigo.

Ante la incapacidad del Polo para asumir el papel que el PDI le anunció al país, la situación colombiana requiere una nueva fuerza abierta, democrática en sus propósitos y funcionamiento, capaz de integrar la diversidad ideológica, generacional, étnica, de género y de orientación sexual, que represente al grueso del pueblo colombiano, que propicie el encuentro progresista de todas las fuerzas de la democracia. A esto invitamos a los demócratas de Colombia, incluidos los del PDA.

Con nuestro cordial saludo,

Marcelo Torres Benavides, miembro de la Junta Nacional del PDA, Secretario General del
PTC.

Yezid García Abello, miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PDA.

Fabio Arias Giraldo, Fiscal Nacional de la Central Unitaria de Trabajadores.

Jorge Santos Núñez, ex senador de la República.

Miguel Ángel Pardo Romero, miembro del Comité Ejecutivo Central del PTC.

Consuelo Ahumada Beltrán, miembro de la Comisión de Relaciones Internacionales del
PDA, profesora universitaria.

Belén Benavides, integrante de la Junta Nacional del PDA.

Johnny López Mesa, Secretario General del PDA de Cundinamarca.

Alberto Herrera Esguerra, gerente del periódico La Bagatela.

Jorge Enrique Charry, jefe de redacción de La Bagatela.

Martha Elena Borja, integrante del Comité Ejecutivo Distrital del PDA de Bogotá.

Raúl Moreno Parra, miembro del Comité Ejecutivo CUT Bogotá Cundinamarca

Francisco Castañeda, miembro del Comité Ejecutivo Distrital del PDA de Bogotá.

Elkin Pérez, miembro del Comité Ejecutivo Distrital del PDA de Bogotá.

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