Sin prisa pero sin pausa, sin aspavientos pero con la seguridad de quien sabe hacia donde va, Marcelo Torres inicia su campaña para la Alcaldía en Magangué. Es la tercera vez que es postulado para el primer empleo del municipio que tiene quizá la peor imagen en Colombia y precisamente por eso: porque ha jurado contribuir a cambiarla en los hechos, porque es su tierra natal y lo considera un reto, al punto de que la nueva Magangué pueda llegar a convertirse en fuente de inspiración o a señalar el camino para otras ciudades pequeñas e intermedias que padecen semejantes o peores situaciones que la atormentada población de la ribera izquierda del río Magdalena.
Marcelo es consciente de que los factores favorables a un cambio se han acentuado en Magangué y de que incluso han aparecido algunos nuevos: en el grueso de la población, especialmente del casco urbano del municipio, debido a los estragos de la Alcaldía de Arcesio Pérez, hay claridad sobre la realidad de que no hay ninguna posibilidad de superar o siquiera de parar el retroceso y el deterioro de Magangué si continúa el dominio del grupo que preside Enilse López; los más comprenden ya que si no se concentra una fuerza lo suficientemente grande que pueda neutralizar las malas artes del mentado grupo dominante no hay posibilidades de vencerlo; se reconoce por mucha gente del pueblo llano ─y en voz baja por un segmento considerable de la clase política local─ que hoy, la candidatura más confiable, que encarna el líder capaz de conducir el comienzo de un cambio y de darle garantías a las distintas agrupaciones e intereses políticos y económicos que lo posibiliten, es precisamente la de Marcelo; el ambiente de intimidación y amordazamiento en Magangué, aunque no ha desaparecido, ha cedido significativamente y ahora se critica abiertamente y varios sectores protestan contra la actual administración municipal ─como quien dice, la política antigata se instaló en la calle─; además, ya terminó el largo período de Álvaro Uribe, bajo cuyo gobierno contó con protección presidencial el círculo mafioso que gobierna el municipio, y estamos en el gobierno de Santos, que se ha diferenciado claramente del finquero del Ubérrimo. Marcelo pertenece a la fuerza que lidera Gustavo Petro a escala nacional, que participa en estas elecciones bajo la denominación de Ciudadanos Progresistas, y es integrante de su equipo de dirección nacional; Petro ha coincidido con aspectos clave del nuevo gobierno y ha sido amigo de Magangué. No puede subestimarse que de esas relaciones pueda beneficiarse el municipio si contara con un nuevo Alcalde miembro dirigente de la fuerza Progresista.
Sin mayor ruido y con estas claridades, Marcelo viene adelantando una laboriosa preparación de su campaña. Con un nutrido equipo de seguidores, entre los cuales no faltan dirigentes de izquierda, dirigentes del Partido Verde ni tampoco figuras locales del liberalismo y del conservatismo, profesionales, líderes sindicales, ex concejales, ediles, y numerosos jóvenes de ambos sexos ─en especial estudiantes─, se le ve por estos días en muy distintos lugares de esta villa ribereña que según el cronista Juan de Castellanos fuera fundada en el siglo XVI por el español Diego de Carvajal. A cualquier hora del día en el estadero climatizado de la gasolinera Terpel, en los restaurantes in Malibú o Casetabla, en el Parque de Las Américas o en el Parque del Cai, en las ventas de comida de bocachico al aire libre a la orilla del río, en los Modulares o por los almacenes de La Albarrada donde el agua de la creciente del desbordado río Magdalena apenas acaba de retirarse, o en el hipermercado SAO, y en casi todos estos sitios conversa con dirigentes políticos de distintas denominaciones, líderes cívicos, voceros de sindicatos o asociaciones populares, todos ellos directivos de fuerzas partidistas o ciudadanas, medios de comunicación del municipio, personajes influyentes de la vida local o ciudadanos comunes y corrientes .
Marcelo dirigiéndose a su equipo de trabajo. En la mesa, los dirigentes nacionales del Progresismo, Aldo Cadena y Carlos Simancas. Auditorio de Sintraelecol, 26 de marzo
de 2011.
Está muy de acuerdo, le dice a quien quiera oírlo, con la iniciativa de Magangué Unida, que él entiende como la formación de una alianza que incluya a todos cuantos quieran el desbancamiento del actual régimen depredador del municipio y se propongan su reemplazo por un gobierno honesto, dispuesto a servirle a Magangué y que inaugure una nueva etapa de transición hacia un período de impulso al desarrollo, de democracia y bienestar social. Les recuerda que fue precisamente él quien, como candidato a la Alcaldía en las elecciones atípicas del 2009, promovió y presidió una amplísima coalición de este género, que incluyó desde la U hasta al Polo. Advierte, no obstante, que una iniciativa de tal naturaleza debiera fundarse en una declaración pública que declare sin tapujos sus objetivos de manera que los magangueleños, avisados sobre los fines de cambio genuino de la coalición, se movilicen masivamente bajo sus banderas. Y recalca una y otra vez que se requiere unificar el máximo de fuerzas políticas, económicas y sociales del municipio y evitar la emergencia de un nuevo Picho que la disperse o la merme.
El Alcalde que necesita Magangué, le dijo Marcelo a varios integrantes de Magangué Unida con quienes se reunió en Casetabla durante la mañana del pasado viernes, debe ser alguien confiable para adelantar la tarea de que se trata, ganar las próximas elecciones y gobernar a Magangué. “¿Cuál es la magnitud de esa tarea?” preguntó y respondió él mismo: “Magangué no es un caso cualquiera en el conjunto del país. Constituye uno de los municipios más pobres y postrados de Colombia, víctima de una desenfrenada depredación de sus recursos públicos que no sólo le ha hecho descender en la categoría de los municipios sino que amenaza con volverlo inviable.
”Encarna una de las administraciones más corruptas ─continuó diciendo─, que terminó por enjaular la actividad política misma en el cautiverio del dinero, el miedo, el fraude electoral y la compra de votos, al tiempo que degrada políticos a granel y sectores considerables de la población.
”Hoy Magangué es epicentro de un poder ilegal con influencia en la Costa Caribe y aún con ramificaciones nacionales. Que ha sobrevivido a los otros poderosos poderes criminales. Poder al que le resulta crucial el control de la Alcaldía de Magangué como principal centro de paso de la droga ilícita que viene del interior del país al Golfo de Morrosquillo.
”No hay empleo altisonante del lenguaje, aseguró, al concluir que se trata de ganarle las elecciones a un poder mafioso. La reciente condena judicial a su cabeza visible y el reciente libro del periodista Alfredo Serrano lo corroboran.
Con vecinos del barrio Santa Rita, Marcelo mirando cómo corren las aguas negras entre los patios, como en el siglo XIX.
”El Alcalde que necesita Magangué, concluyó Marcelo, debe reunir ciertas características o atributos imprescindibles: 1) que tenga el temple para mantenerse firme ante el círculo mafioso que domina a Magangué; 2) que tenga claro el programa de transición que requiere la grave situación social y el desarrollo de la ciudad y que sea capaz de adelantarlo; 3) que tenga la credibilidad para gobernar con respaldo popular; 4) que haga realidad un gobierno de coalición de amplia participación política y social; 5) que tenga la imagen pública y las relaciones nacionales que se necesitan para llevarlo a cabo, para facilitar que Magangué reciba respaldo político del país y ayuda económica nacional e internacional.”
En barrios como Santa Rita se hace acompañar de vecinos para inspeccionar el curso de las aguas negras provenientes de la alcantarilla del barrio Boston que atraviesa la carretera por debajo y vierte su nauseabundo fluido sobre los patios mismos de las viviendas. En las instalaciones de las dos subsedes de la Universidad de Cartagena en Magangué conversa con coordinadores, profesores y estudiantes sobre cómo aprovechar a plenitud las hoy subutilizadas instalaciones, promover por la administración municipal la apertura de convenios para nuevas carreras y aumentar los subsidios de este a los actuales y nuevos estudiantes.
Pobladores de Barrancayuca exponen problemas del corregimiento a Marcelo
En el corregimiento de Barranca Yuca escucha los problemas de la comunidad, desatendidos hoy como nunca, y le asegura a los pobladores que aunque son grandes las dificultades y limitaciones presupuestales que gravitan sobre las finanzas del municipio, como Alcalde emprenderá una inmediata y resuelta acción para poner orden en este vital renglón de la administración, exigir cumplimiento a las empresas concesionarias de los servicios públicas domiciliarios, iniciar acciones legales para rescindirles los contratos si se niegan a ello; identificar las falsas acreencias, anularlas y así liberar recursos públicos; hacer que las transferencias nacionales para educación y salud lleguen oportuna y efectivamente a su destino; elevar la calidad de la administración para gestionar recursos públicos adicionales del Estado central, y procurar que la parte de libre inversión del municipio aumente con destino a las obras más urgentes por las que a gritos clama no sólo el casco urbano sino los abandonados corregimientos del municipio.
Pero su actividad principal se concentra en la recolección de firmas para inscribir su candidatura a nombre del Grupo Significativo de Ciudadanos Progresistas de Magangué. Se ha propuesto obtener con dichas firmas el respaldo de 30 mil magangueleños para su candidatura. En sudorosas jornadas matinales, bajo la canícula de las tres de la tarde, o durante las tibias horas de la noche magangueleña, él y sus seguidores solicitan las firmas de los ciudadanos en la calle, puerta a puerta o en sus lugares de trabajo.
Mercado Público. Jornada de recolección de firmas del 14 de junio
Hoy en el barrio Olaya, mañana en Pastrana, luego en el 2 deNoviembre, pero antes en La Candelaria y arrancando, como punto de partida, del Mercado Público, del cual se dice, con razón, que es fiel termómetro de la aceptación o rechazo popular de las candidaturas. Allí fue recibida con enojo y abierto repudio la campaña de uno de los candidatos a la gobernación del círculo gatuno que gobierna en Magangué. Por contraste, el recorrido de Marcelo y su equipo recogiendo firmas fue una travesía entusiasta y cordial, acogida con familiaridad y calor y salpicada con comentarios picantes contra la administración municipal de los expendedores de frutas, carnes, quesos, verduras, pescado y del largo etcétera que abarca el abigarrado universo de víveres al que le viene como un guante el ritual calificativo de persa. Quizá por ello, en tácita represalia, el periódico local de dichos intereses, decidió, no digamos tergiversar los hechos o contarlos bajo amañada versión, lo cual habría resultado ya de por sí injustificable, sino que se dedicó a inventar abiertamente aquello que deseaba que hubiera ocurrido pero que como nunca ocurrió trató de darle existencia con embustes y falacias: que Marcelo había sido abucheado en el mercado. “Noticia” que no debió apuntalar mucho el profesionalismo periodístico de sus autores pero sí divertir a los vendedores del mercado. Todavía se oyen sus carcajadas cuando se alude a la disparatada “crónica” …
Mercado Público. Otro expendedor que firma entusiasmado.
Oficina de Prensa
Campaña Marcelo Torres. Magangué, junio 26 de 2011
Cel. 300 8170526 -321 5376804- 3005520206
Marcelo es consciente de que los factores favorables a un cambio se han acentuado en Magangué y de que incluso han aparecido algunos nuevos: en el grueso de la población, especialmente del casco urbano del municipio, debido a los estragos de la Alcaldía de Arcesio Pérez, hay claridad sobre la realidad de que no hay ninguna posibilidad de superar o siquiera de parar el retroceso y el deterioro de Magangué si continúa el dominio del grupo que preside Enilse López; los más comprenden ya que si no se concentra una fuerza lo suficientemente grande que pueda neutralizar las malas artes del mentado grupo dominante no hay posibilidades de vencerlo; se reconoce por mucha gente del pueblo llano ─y en voz baja por un segmento considerable de la clase política local─ que hoy, la candidatura más confiable, que encarna el líder capaz de conducir el comienzo de un cambio y de darle garantías a las distintas agrupaciones e intereses políticos y económicos que lo posibiliten, es precisamente la de Marcelo; el ambiente de intimidación y amordazamiento en Magangué, aunque no ha desaparecido, ha cedido significativamente y ahora se critica abiertamente y varios sectores protestan contra la actual administración municipal ─como quien dice, la política antigata se instaló en la calle─; además, ya terminó el largo período de Álvaro Uribe, bajo cuyo gobierno contó con protección presidencial el círculo mafioso que gobierna el municipio, y estamos en el gobierno de Santos, que se ha diferenciado claramente del finquero del Ubérrimo. Marcelo pertenece a la fuerza que lidera Gustavo Petro a escala nacional, que participa en estas elecciones bajo la denominación de Ciudadanos Progresistas, y es integrante de su equipo de dirección nacional; Petro ha coincidido con aspectos clave del nuevo gobierno y ha sido amigo de Magangué. No puede subestimarse que de esas relaciones pueda beneficiarse el municipio si contara con un nuevo Alcalde miembro dirigente de la fuerza Progresista.
Sin mayor ruido y con estas claridades, Marcelo viene adelantando una laboriosa preparación de su campaña. Con un nutrido equipo de seguidores, entre los cuales no faltan dirigentes de izquierda, dirigentes del Partido Verde ni tampoco figuras locales del liberalismo y del conservatismo, profesionales, líderes sindicales, ex concejales, ediles, y numerosos jóvenes de ambos sexos ─en especial estudiantes─, se le ve por estos días en muy distintos lugares de esta villa ribereña que según el cronista Juan de Castellanos fuera fundada en el siglo XVI por el español Diego de Carvajal. A cualquier hora del día en el estadero climatizado de la gasolinera Terpel, en los restaurantes in Malibú o Casetabla, en el Parque de Las Américas o en el Parque del Cai, en las ventas de comida de bocachico al aire libre a la orilla del río, en los Modulares o por los almacenes de La Albarrada donde el agua de la creciente del desbordado río Magdalena apenas acaba de retirarse, o en el hipermercado SAO, y en casi todos estos sitios conversa con dirigentes políticos de distintas denominaciones, líderes cívicos, voceros de sindicatos o asociaciones populares, todos ellos directivos de fuerzas partidistas o ciudadanas, medios de comunicación del municipio, personajes influyentes de la vida local o ciudadanos comunes y corrientes .
Marcelo dirigiéndose a su equipo de trabajo. En la mesa, los dirigentes nacionales del Progresismo, Aldo Cadena y Carlos Simancas. Auditorio de Sintraelecol, 26 de marzo
de 2011.
Está muy de acuerdo, le dice a quien quiera oírlo, con la iniciativa de Magangué Unida, que él entiende como la formación de una alianza que incluya a todos cuantos quieran el desbancamiento del actual régimen depredador del municipio y se propongan su reemplazo por un gobierno honesto, dispuesto a servirle a Magangué y que inaugure una nueva etapa de transición hacia un período de impulso al desarrollo, de democracia y bienestar social. Les recuerda que fue precisamente él quien, como candidato a la Alcaldía en las elecciones atípicas del 2009, promovió y presidió una amplísima coalición de este género, que incluyó desde la U hasta al Polo. Advierte, no obstante, que una iniciativa de tal naturaleza debiera fundarse en una declaración pública que declare sin tapujos sus objetivos de manera que los magangueleños, avisados sobre los fines de cambio genuino de la coalición, se movilicen masivamente bajo sus banderas. Y recalca una y otra vez que se requiere unificar el máximo de fuerzas políticas, económicas y sociales del municipio y evitar la emergencia de un nuevo Picho que la disperse o la merme.
El Alcalde que necesita Magangué, le dijo Marcelo a varios integrantes de Magangué Unida con quienes se reunió en Casetabla durante la mañana del pasado viernes, debe ser alguien confiable para adelantar la tarea de que se trata, ganar las próximas elecciones y gobernar a Magangué. “¿Cuál es la magnitud de esa tarea?” preguntó y respondió él mismo: “Magangué no es un caso cualquiera en el conjunto del país. Constituye uno de los municipios más pobres y postrados de Colombia, víctima de una desenfrenada depredación de sus recursos públicos que no sólo le ha hecho descender en la categoría de los municipios sino que amenaza con volverlo inviable.
”Encarna una de las administraciones más corruptas ─continuó diciendo─, que terminó por enjaular la actividad política misma en el cautiverio del dinero, el miedo, el fraude electoral y la compra de votos, al tiempo que degrada políticos a granel y sectores considerables de la población.
”Hoy Magangué es epicentro de un poder ilegal con influencia en la Costa Caribe y aún con ramificaciones nacionales. Que ha sobrevivido a los otros poderosos poderes criminales. Poder al que le resulta crucial el control de la Alcaldía de Magangué como principal centro de paso de la droga ilícita que viene del interior del país al Golfo de Morrosquillo.
”No hay empleo altisonante del lenguaje, aseguró, al concluir que se trata de ganarle las elecciones a un poder mafioso. La reciente condena judicial a su cabeza visible y el reciente libro del periodista Alfredo Serrano lo corroboran.
Con vecinos del barrio Santa Rita, Marcelo mirando cómo corren las aguas negras entre los patios, como en el siglo XIX.
”El Alcalde que necesita Magangué, concluyó Marcelo, debe reunir ciertas características o atributos imprescindibles: 1) que tenga el temple para mantenerse firme ante el círculo mafioso que domina a Magangué; 2) que tenga claro el programa de transición que requiere la grave situación social y el desarrollo de la ciudad y que sea capaz de adelantarlo; 3) que tenga la credibilidad para gobernar con respaldo popular; 4) que haga realidad un gobierno de coalición de amplia participación política y social; 5) que tenga la imagen pública y las relaciones nacionales que se necesitan para llevarlo a cabo, para facilitar que Magangué reciba respaldo político del país y ayuda económica nacional e internacional.”
En barrios como Santa Rita se hace acompañar de vecinos para inspeccionar el curso de las aguas negras provenientes de la alcantarilla del barrio Boston que atraviesa la carretera por debajo y vierte su nauseabundo fluido sobre los patios mismos de las viviendas. En las instalaciones de las dos subsedes de la Universidad de Cartagena en Magangué conversa con coordinadores, profesores y estudiantes sobre cómo aprovechar a plenitud las hoy subutilizadas instalaciones, promover por la administración municipal la apertura de convenios para nuevas carreras y aumentar los subsidios de este a los actuales y nuevos estudiantes.
Pobladores de Barrancayuca exponen problemas del corregimiento a Marcelo
En el corregimiento de Barranca Yuca escucha los problemas de la comunidad, desatendidos hoy como nunca, y le asegura a los pobladores que aunque son grandes las dificultades y limitaciones presupuestales que gravitan sobre las finanzas del municipio, como Alcalde emprenderá una inmediata y resuelta acción para poner orden en este vital renglón de la administración, exigir cumplimiento a las empresas concesionarias de los servicios públicas domiciliarios, iniciar acciones legales para rescindirles los contratos si se niegan a ello; identificar las falsas acreencias, anularlas y así liberar recursos públicos; hacer que las transferencias nacionales para educación y salud lleguen oportuna y efectivamente a su destino; elevar la calidad de la administración para gestionar recursos públicos adicionales del Estado central, y procurar que la parte de libre inversión del municipio aumente con destino a las obras más urgentes por las que a gritos clama no sólo el casco urbano sino los abandonados corregimientos del municipio.
Pero su actividad principal se concentra en la recolección de firmas para inscribir su candidatura a nombre del Grupo Significativo de Ciudadanos Progresistas de Magangué. Se ha propuesto obtener con dichas firmas el respaldo de 30 mil magangueleños para su candidatura. En sudorosas jornadas matinales, bajo la canícula de las tres de la tarde, o durante las tibias horas de la noche magangueleña, él y sus seguidores solicitan las firmas de los ciudadanos en la calle, puerta a puerta o en sus lugares de trabajo.
Mercado Público. Jornada de recolección de firmas del 14 de junio
Hoy en el barrio Olaya, mañana en Pastrana, luego en el 2 deNoviembre, pero antes en La Candelaria y arrancando, como punto de partida, del Mercado Público, del cual se dice, con razón, que es fiel termómetro de la aceptación o rechazo popular de las candidaturas. Allí fue recibida con enojo y abierto repudio la campaña de uno de los candidatos a la gobernación del círculo gatuno que gobierna en Magangué. Por contraste, el recorrido de Marcelo y su equipo recogiendo firmas fue una travesía entusiasta y cordial, acogida con familiaridad y calor y salpicada con comentarios picantes contra la administración municipal de los expendedores de frutas, carnes, quesos, verduras, pescado y del largo etcétera que abarca el abigarrado universo de víveres al que le viene como un guante el ritual calificativo de persa. Quizá por ello, en tácita represalia, el periódico local de dichos intereses, decidió, no digamos tergiversar los hechos o contarlos bajo amañada versión, lo cual habría resultado ya de por sí injustificable, sino que se dedicó a inventar abiertamente aquello que deseaba que hubiera ocurrido pero que como nunca ocurrió trató de darle existencia con embustes y falacias: que Marcelo había sido abucheado en el mercado. “Noticia” que no debió apuntalar mucho el profesionalismo periodístico de sus autores pero sí divertir a los vendedores del mercado. Todavía se oyen sus carcajadas cuando se alude a la disparatada “crónica” …
Mercado Público. Otro expendedor que firma entusiasmado.
Oficina de Prensa
Campaña Marcelo Torres. Magangué, junio 26 de 2011
Cel. 300 8170526 -321 5376804- 3005520206
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