Por José Luciano Sanin Vásquez
Un importante Foro sobre trabajo decente fue realizado el pasado 11 de noviembre en el recinto del Concejo de Medellín, y allí tuvimos la oportunidad de presentar algunos elementos que, a nuestro juicio, pueden servir de base para que Medellín se dote de una política pública de trabajo decente.
Un primer elemento es que el trabajo decente, por su importancia para la vida de las personas y la construcción de la sociedad, debe establecerse como parte del enfoque y prioridad del plan de desarrollo de la ciudad. Así mismo, debe promoverse como contenido esencial de la responsabilidad social empresarial, como práctica de la administración municipal y, sobre todo, debe elevarse a una política pública específica.
Señalamos que como toda política pública, la de trabajo decente debe ser el resultado de un amplio proceso de deliberación pública, que involucre al Estado, a los empresarios y a los trabajadores. Además, su implementación y evaluación debe darse en el marco de una ampliación del diálogo social.
Propusimos que el Municipio de Medellín se debe dotar de una serie de instrumentos que le permitan cumplir un papel importante en la generación de trabajo decente. Estos instrumentos podrían ser: un pacto municipal por el trabajo decente, pacto que debería ser promovido por la alcaldía e involucre a empresarios y trabajadores, para que allí se consignen los principales compromisos en esta materia. También debería la administración promover pactos por el trabajo decente en diferentes sectores económicos, para empezar podría y debería hacerlo en los sectores que esta administración viene fomentando: moda y confecciones, turismo de negocios, salud, etc. Igualmente, el alcalde debería promover la creación de una Secretaria Desarrollo Económico y el Empleo, contribuir a fortalecer la Subcomisión Permanente de Políticas Salariales y Laborales, y apoyar materialmente con recursos municipales la inspección del trabajo en la ciudad.
En esta dirección la alcaldía dió un primer paso con la creación del Consejo Municipal de Empleo y la Productividad de Medellín, mediante el Decreto 1226 de 2009. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, no se contempló en el decreto la participación de las organizaciones sindicales, olvido que esperamos sea corregido.
La ciudad debe contar también con información y conocimiento específico sobre la situación del empleo, por ello propusimos que la secretaria que se cree contemple la implementación de un observatorio del trabajo decente, el cual debería nutrirse de un capítulo especifico en la encuesta de calidad de vida que realiza la alcaldía cada año, y que le reporte a la ciudad un informe anual del estado del trabajo decente que permita la deliberación sobre los problemas y medidas que se deben adoptar.
Recomendamos también que la alcaldía destaque cada año las mejores experiencias de construcción de trabajo decente, así como lo hace con otras prácticas. De igual manera presentamos 10 medidas concretas que la administración municipal podría adoptar para promover la generación de trabajo decente, tema que abordaré en próximo artículo.
Finalmente, el Foro permitió que varios e importantes actores de la ciudad expusieran su punto de vista sobre como construir trabajo decente para todos. La administración municipal y los empresarios no lo hicieron, pero esperamos que se generen espacios para que este debate se desarrolle.
Un importante Foro sobre trabajo decente fue realizado el pasado 11 de noviembre en el recinto del Concejo de Medellín, y allí tuvimos la oportunidad de presentar algunos elementos que, a nuestro juicio, pueden servir de base para que Medellín se dote de una política pública de trabajo decente.
Un primer elemento es que el trabajo decente, por su importancia para la vida de las personas y la construcción de la sociedad, debe establecerse como parte del enfoque y prioridad del plan de desarrollo de la ciudad. Así mismo, debe promoverse como contenido esencial de la responsabilidad social empresarial, como práctica de la administración municipal y, sobre todo, debe elevarse a una política pública específica.
Señalamos que como toda política pública, la de trabajo decente debe ser el resultado de un amplio proceso de deliberación pública, que involucre al Estado, a los empresarios y a los trabajadores. Además, su implementación y evaluación debe darse en el marco de una ampliación del diálogo social.
Propusimos que el Municipio de Medellín se debe dotar de una serie de instrumentos que le permitan cumplir un papel importante en la generación de trabajo decente. Estos instrumentos podrían ser: un pacto municipal por el trabajo decente, pacto que debería ser promovido por la alcaldía e involucre a empresarios y trabajadores, para que allí se consignen los principales compromisos en esta materia. También debería la administración promover pactos por el trabajo decente en diferentes sectores económicos, para empezar podría y debería hacerlo en los sectores que esta administración viene fomentando: moda y confecciones, turismo de negocios, salud, etc. Igualmente, el alcalde debería promover la creación de una Secretaria Desarrollo Económico y el Empleo, contribuir a fortalecer la Subcomisión Permanente de Políticas Salariales y Laborales, y apoyar materialmente con recursos municipales la inspección del trabajo en la ciudad.
En esta dirección la alcaldía dió un primer paso con la creación del Consejo Municipal de Empleo y la Productividad de Medellín, mediante el Decreto 1226 de 2009. Sin embargo, y para sorpresa de muchos, no se contempló en el decreto la participación de las organizaciones sindicales, olvido que esperamos sea corregido.
La ciudad debe contar también con información y conocimiento específico sobre la situación del empleo, por ello propusimos que la secretaria que se cree contemple la implementación de un observatorio del trabajo decente, el cual debería nutrirse de un capítulo especifico en la encuesta de calidad de vida que realiza la alcaldía cada año, y que le reporte a la ciudad un informe anual del estado del trabajo decente que permita la deliberación sobre los problemas y medidas que se deben adoptar.
Recomendamos también que la alcaldía destaque cada año las mejores experiencias de construcción de trabajo decente, así como lo hace con otras prácticas. De igual manera presentamos 10 medidas concretas que la administración municipal podría adoptar para promover la generación de trabajo decente, tema que abordaré en próximo artículo.
Finalmente, el Foro permitió que varios e importantes actores de la ciudad expusieran su punto de vista sobre como construir trabajo decente para todos. La administración municipal y los empresarios no lo hicieron, pero esperamos que se generen espacios para que este debate se desarrolle.
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