14 de noviembre de 2011

Breve reseña histórica de la constitución de la CUT

Con la realización del Congreso Constitutivo de la Central Unitaria de trabajadores, los 40 años de la división en que se había mantenido el movimiento sindical han iniciado su agonía.
 
Ha sido 1986 el año de la unidad de los trabajadores y el pueblo colombiano. Más del 80% del sindicalismo del país ha dado el paso definitivo para hacer realidad el anhelo de la centralización organizativa. Diversos sectores, que representan las más variadas corrientes ideológicas, superando viejos y esquemáticos sectarismos, después de un intenso y agitado proceso de discusión, decidieron concurrir  al congreso de unidad sindical que ha dado luz a la más poderosa central de trabajadores colombianos, que sin duda alguna cambiará el rumbo de sus luchas augurando un futuro promisorio para la defensa de sus derechos actuales y la conquista de mejores condiciones de vida y de trabajo.

La CUT es un hecho trascendencia histórica para el sindicalismo y para el país; expresa la síntesis del largo, dispendioso y complejo proceso de unidad de los trabajadores colombianos. Por lo tanto, debe registrarse como la más valiosa conquista de la clase obrera en las últimas décadas.
 
Con esta breve reseña de la etapa final del proceso de la Central Unitaria, queremos registrar para la historia el más importante acontecimiento del sindicalismo en 1986.
 
El 14 de febrero, por convocatoria de FECODE, concurrieron la CSTC y casi todos los sindicatos y las federaciones que no estaban afiliados a ninguna central, a un seminario cuya conclusión fue la conformación  de una Coordinadora Nacional de Unidad Sindical, para trabajar por la centralización de los sectores sindicales que en unidad de acción venían realizando importantes jornadas de m0ovilización; propiciar el acercamiento de todas las fuerzas sindicales interesadas en la unidad e impulsar, apoyar y participar en las acciones que se desarrollaran contra el imperialismo y el Fondo Monetario internacional, contra el flagelo de la deuda externa y el sostenimiento del país por parte del gobierno y la oligarquía a los dictámenes de la banca internacional.
 
Sin embargo, esta propuesta de unidad fue acogida en un principio por el sindicalismo tradicionalmente dirigido por la izquierda y trascendió muy limitadamente a otros sectores.
 
La crisis del F.S.D.

Las centrales UTC, CTC y CGT, que habían conformado el llamado Frente Sindical Democrático durante el gobierno del doctor Belisario Betancur, además de postrarse frente a las políticas gubernamentales y patronales y de propiciar la dispersión y el inmovilismo de los sindicatos que representaban, venían viviendo sus respectivas crisis internas.
 
Las crisis de la UTC y la CTC salió a flote en sus respectivos plenos, realizados en la ciudad de Cali a finales del mes de junio. De la UTC se desprendieron 15 federaciones y 14 sindicatos nacionales y regionales; los dirigentes de estas organizaciones integraron un comando de Unidad Sindical y propusieron la conformación de una Central Unitaria, democrática y pluralista.
 
Las causas de las crisis que condujo a la división de las centrales tradicionales, como quedo demostrado, no fueron simples fricciones de tipo burocrático en la lucha por la dirección de estas centrales, fueron razones muy profundas y poderosas las que llevaron a dirigentes históricos y sectores fundamentales separarse de las centrales que ellos habían construido durante varios lustros.
 
Asumieron una valerosa posición crítica frente a la total dependencia económica y política de las centrales con relación al instituto Americano para el desarrollo del sindicalismo libre, organismo financiado por el Departamento de Estado de los EE.UU. denunciaron la actitud entreguista de los dirigentes que se atrevieron a proponer que fueran aceptadas las políticas de ajustes, que pretenden imponer el FMI a nuestro pueblo.
 
Pusieron al descubierto la corrupción moral, la malversación y el saqueo de los fondos de las centrales, el chantaje, la claudicación en la negociación de pliegos, los vínculos con el narcotráfico y los propósitos de desarticular y mantener desmovilizados sus sindicatos y federaciones, como la practica permanente de los “principales dirigentes” que hoy continúan al frente de los residuos de UTC y CTC.
 
Finalmente se retiraron convocando al movimiento sindical a retornar la lucha por la defensa de los intereses de los ríos y contra la voracidad de las empresas trasnacionales, las cuales además de explotar  a los trabajadores se dedican al saqueo de nuestros recursos naturales. De la misma manera se comprometieron con la lucha por la paz, la justicia social, la democracia y la plena soberanía nacional y con el impulso de un autentico sindicalismo democrático de masas, que convierta al movimiento sindical en una poderosa fuerza social, económica y política que influya de manera determinante en las grandes decisiones del país.
 
El compromiso histórico y las tareas hacia el congreso

Como una consecuencia lógica de los realineamientos organizativos y de la búsqueda de solución a la crisis mediante una reorientación de las amplias mayorías del movimiento sindical, se hicieron los contactos y las reuniones entre la Coordinadora de Unidad Sindical y los representantes de las organizaciones que se desprendieron de UTC y CTC. Luego de establecer la identidad con los objetivos propuestos, el 18 de agosto se firmó en Bogotá la declaración conocida como el “solemne compromiso histórico por la unidad de los trabajadores”, en la cual se anunció la decisión de trabajar “en el noble propósito de construir una Central sindical unitaria, clasista, democrática y progresista”; se conformó el comando nacional pro-central Unitaria, se acordó la realización de la multitudinaria marcha sobre Bogotá el 26 de septiembre, que selló el arrollador y entusiasta respaldo brindado por los trabajadores a esta iniciativa. Se acordó como fecha para realizar el Congreso en Bogotá, del 15 al 17 de noviembre, al cual podrían concurrir los sindicatos y federaciones que en asambleas y congresos adhirieran a la convocatoria y decidieran participar en el Congreso Constitutivo de la CUT.
 
Se desató así una intensa actividad de foros, conferencias, encuentros, asambleas y congresos en los cuales los sindicatos y las federaciones debatieron sobre la unidad, se desafiliaron de la UTC, o de la CTC o de la CSCT que había anunciado su decisión de disolverse para entrar en el proceso de la CUT. De otra parte, los enemigos del proyecto unitario desataron una ¿furiosacampaña de macartismo, señalamiento y tergiversación para desvirtuar e impedir la realización del congreso?

El 15 de noviembre se hicieron presentes en el Club de Empleados Oficiales de Bogotá, 1.800 delegados en representación de 45 federaciones, y cerca de 600 sindicatos, quienes después de tres días de intenso trabajo y de un amplio y democrático debate, aprobaron la declaración de principios, la plataforma de lucha, los estatutos y eligieron el Comité Ejecutivo, dando así nacimiento a la más poderosa central sindical de los trabajadores colombianos.

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