Las cadenas internacionales de supermercados suelen ser escenario de persecuciones contra sindicalistas, y es raro que respeten las legislaciones laborales. Esta es, por ejemplo, la situación en Brasil.
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Un informe del Observatorio Social* aporta los resultados de una investigación realizada sobre la cadena Wal-Mart de Brasil Limitada, cuyo objetivo central fue evaluar la actuación de la empresa con relación a los derechos fundamentales en el trabajo y co relación al ambiente.La cadena estadounidense Wal-Mart es la mayor empresa minorista del planeta, con una facturación anual superior a los 150 mil millones de dólares, cuenta con 910 mil empleados y tiene presencia en más de 10 países. En Brasil, la empresa es la sexta mayor red de supermercados en facturación, tiene 16 unidades localizadas en la región Sudeste, entre las cuales nueve son hipermercados, y emplea a cerca de 6.150 trabajadores.
Lo que sigue es una síntesis de los aspectos más relevantes de las conclusiones de ese informe.
Libertad sindical
La organización sindical identificada en la investigación por local de trabajo se resumió a la presencia de un dirigente sindical en uno de los locales de Wal-Mart. Los trabajadores tienen un buen nivel de información sobre sus actividades y los procesos electorales de sus representantes.
Sin embargo, se constató que la empresa no informaba a los sindicatos sobre las fechas de esas elecciones ni mantenía actualizadas las actas de las reuniones.
Se observó que los representantes sindicales no tienen libre acceso a los hipercentros para ejercer sus actividades, y sólo pueden estar en contacto con sus compañeros del local donde ellos mismos trabajan.
La libertad de difusión y comunicación también está restringida por esa limitación. La empresa sólo autoriza a los sindicalistas a dejar su material informativo en las entradas para los funcionarios de los supermercados.
Nunca se han hecho reuniones sindicales dentro de la empresa. Una vez se realizó una asamblea en la puerta de uno de los locales.
La empresa descuenta la cuota sindical del salario de los trabajadores y la aporta al sindicato. Aunque no puede decirse que la empresa presione a los funcionarios para que no contribuyan al sindicato, hay claros indicios de que se estimula tal actitud.
Según los testimonios de los trabajadores entrevistados, la empresa ha utilizado medios policiales para la represión de un movimiento huelguista y que varios empleados que participaron en una huelga en 1998 fueron despedidos.
Negociación colectiva
El primer aspecto sobresaliente en la investigación es el incumplimiento sistemático de Wal-Mart de los convenios colectivos que regulan las condiciones de trabajo del sector. Ese incumplimiento ocurre -principal, pero no solamente- en lo que se refiere al trabajo de domingos y feriados, en que la empresa aprovecha una cierta ambigüedad legal que existe en relación con el punto. De esa manera, la empresa elude el compromiso del convenio colectivo, privando de efectividad y credibilidad a los instrumentos normativos libremente acordados.
Discriminación de género y/o raza. Los testimonios de los trabajadores y trabajadoras de dos supermercados muestran que existe una marcada segmentación de puestos de trabajo masculinos y femeninos. La presencia de mujeres en varias áreas está limitada cuantitativamente. Según los entrevistados, la ocupación de los cargos de jefatura es desigual, ya que las mujeres estarían en franca minoría. A medida que se asciende en la escala jerárquica de la empresa, la presencia de mujeres disminuye.
Subrayando que la empresa podría aportar datos más precisos, se puede decir que hay una deficiencia de la empresa en promover la igualdad en los cargos de mayor responsabilidad gerencial.
Los entrevistados descartaron que exista discriminación por sexo, aunque afirmen que se contrata a gente de uno u otro sexo dependiendo de las tareas. Muchos dijeron que las mujeres embarazadas reciben un trato especial y son transferidas a trabajos más adecuados con su estado. Pero algunos contradicen esta información asegurando que las embarazadas no son consideradas por los gerentes en sus condiciones de trabajo. Los entrevistados no identificaron discriminación contra las mujeres en las oportunidades de capacitación ofrecidas por la empresa.
Lo que sí apareció con frecuencia en los testimonios fue el acoso sexual sobre las trabajadoras. A pesar de que la mayoría reconoce que la empresa sigue una política de "puertas abiertas", ésta parece no ser suficiente para evitar el problema.
En lo referido a la discriminación contra las mujeres, contra las personas de raza negra o en función de su color de piel, no surge nítidamente en los discursos de los entrevistados, pero cuando se les pregunta por las características personales de sus jefes, todos concuerdan en que son predominantemente personas de color blanco.
Ambiente, salud y seguridad
La protección de la salud y la seguridad de los trabajadores de Wal-Mart tiene varios puntos críticos, que resultan en los frecuentes accidentes y enfermedades ocupacionales. Hay una evidente falta de entrenamiento del conjunto de los trabajadores en materia de prevención de accidentes y enfermedades laborales, manipulación y operación de productos y equipamientos peligrosos.
Otro problema es la ausencia de equipos de protección individual o su mal estado de conservación, especialmente para prevenir los efectos de la exposición a bajas temperaturas.
Las condiciones de mantenimiento y la obsolescencia de los equipos aparecieron como aspectos críticos del problema.
La atención del servicio médico ambulatorio recibió críticas de los trabajadores, principalmente la prescripción de medicamentos apuntando a la eliminación rápida de los síntomas y la vuelta inmediata al trabajo.
La "Walmartización" del mundo
Un informe de Silvia Ribeiro** manifiesta que "Según datos del Banco Mundial, para 2003 se mantuvo la tendencia que inició con el nuevo milenio: de las 100 mayores economías del planeta, 51 son corporaciones trasnacionales y 49 son países. Según su producto bruto interno (pbi), los países que encabezan la lista son: Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, China, Italia, Canadá, España, México, India, Corea, Brasil, Holanda, Australia, Rusia, Suiza y Bélgica. Luego se ubica la cadena de supermercados Wal-Mart, con ventas por valor de 246.525 millones de dólares durante 2002. La venta de Wal-Mart es mayor que el pbi de Suecia, Austria o Noruega. Luego se encuentran General Motors, Exxon Mobil, Shell, bp, Ford, Daimler Chrysler, Toyota, General Electric, Mitsubishi, Citigroup, ing Group, ibm y otras". Y agrega que Wal-Mart -con una política de prohibir los sindicatos y pagar salarios de hambre- es la compañía de ventas directas al consumidor más grande de Estados Unidos, Canadá y México. Desde 1995 se han iniciado en Estados Unidos 65 procesos legales contra esta empresa por actividades antisindicales. El New York Times opinó en un editorial que la "walmartización de la fuerza laboral (...) amenaza con empujar a miles de estadounidenses a la pobreza".*** En México -continúa Ribeiro- es actualmente el mayor empleador bajo los nombres de Bodegas Aurrer, Superama, Suburbia, los restaurantes vip, El Portón y Ragazzi, los almacenes Sam's Club, Wal-Mart y Home-Mart.
Según esta investigadora, "para la mayoría de la gente, la más tangible concentración corporativa es la de los megasupermercados, encabezados por Wal-Mart, desde hace tres años la empresa más grande del mundo. El poder de estos megasupermercados es enorme, ya que luego de una etapa inicial de bajar precios para eliminar competidores, manipulan a su gusto los precios a consumidores y proveedores. La tendencia es que se encuentre todo bajo un mismo techo, desde alimentos, vestido y productos farmacéuticos hasta muebles y refacciones de automóvil, creando así mayor dependencia y estimulando compras por medio de sistemas de mercadeo personalizado. En ese sentido, IBM (la empresa número 19 y la economía 58 del planeta) desarrolló una tecnología de sensores llamada Blue Eyes, que permite a cámaras de video y micrófonos identificar las acciones de los observados, posibilitando que esta información se use para reconocer las preferencias de los consumidores, pero también para identificación individual (por ejemplo mediante el iris, como ya sucede en algunos aeropuertos europeos)".
Carlos Amorín
Coedición Brecha / Rel-UITA
19 de marzo de 2004
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