Pacific Rubiales hace poco amenazo con dejar de operar Rubiales si se mantenían las protestas obreras de los empleados de sus subcontratistas. Que se vayan y que sus pozos sean tomados por Ecopetrol, esto sería lo mejor que le podría pasar al Meta y al país.
La historia del petróleo en el Meta no nació con Pacific Rubiales. Desde finales de los 80 la estatal Ecopetrol tenía conocimiento de los yacimientos petrolíferos en la zona de Rubiales, que mas tarde fueron confirmados por la empresa Coplex en 1994. Comenzó la especulación financiera por la magnitud del yacimiento, entre el 2003 y el 2007 los derechos de explotación fueron cedidos a Tethys Petroleum Company, luego a Meta Petroleum cuyos propietarios eran la empresa brasileña Sinergy y el grupo americano Elliot, finalizando en manos de Pacific Rubiales en el 2007.
Se sabía que los yacimientos encontrados eran crudos pesados y que su comercialización dependería del precio internacional del barril, que en su momento estaba en alza ¿Por qué el gobierno permitió la adquisición de estos bloques dentro de la figura de contrato de asociación y no dispuso de su explotación directa con Ecopetrol? Por las mismas razones por las cuales volvimos a la concesión moderna, a la liquidación de regalías escalonadas y a la creación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos.
La dirigencia colombiana, en materia de petróleo, ha estado más preocupada por que las inversiones extranjeras se sientan en su casa, que por el bienestar y la soberanía de su país.
Pacific Rubiales hábilmente cuenta hoy con dos contratos que han rentabilizado su inversión de manera abismal: Rubiales/Piriri y Quifa. El primero con una producción promedio de 157.682 barriles/día en donde tienen participación del 43% y el 57% para Ecopetrol y el segundo Quifa con una producción de 35.000 barriles/día en donde tiene una participación del 60% y el 40% para Ecopetrol, pero con condiciones inmejorables de crecimiento. En el transcurso del segundo trimestre del 2011 en 13 pozos exploratorios la empresa encontró un índice de éxito del 92%.
Solo en el primer semestre del 2011 la empresa reporto utilidades por $ 400 millones de dólares, tres veces más que en el 2010. Por barril la utilidad que reporta es de 60.66 dol/barril, con un crecimiento del 53% con respecto al 2010, en donde los costos de producción son solo 5.63 dol/barril, gastos que equivalen a energía, seguros, seguridad y personal. En resumidas cuentas venden el barril a 103 dólares, gastan en transporte 10 dólares, en diluyente 16.33 dólares y en mano de obra menos de 3 dólares por barril. Solo basta multiplicar esa utilidad por los 110 mil barriles diarios a los que tiene derecho la empresa del total de producción. [1]
No contentos con ello, participan con el 35% en el Oleoducto de los Llanos (ODL) que a su vez dinamiza el transporte de su crudo; constituyen Pacific Green con 30.000 hectáreas para agro combustibles en la misma zona de Rubiales; compra el 49% de Maurel y Promm, petrolera holandesa que tiene presencia en el país, explota hierro y carbón con su fiduciaria minera; tiene más de 6 bloques en exploración y además constituye Petroelectrica de los Llanos para autoabastecer su demanda energética. (Y aquí ¿Dónde queda la Electrificadora del Meta?)
Si a ello le sumamos que en el último informe de la Contraloría sobre la Agencia Nacional de Hidrocarburos menciona la incompetencia para medir a boca de pozo el crudo explotado en el Departamento y que estamos a la buena voluntad de los registros que quieran reportar estas empresas, cabe cuestionarse acerca de: ¿Quién está controlando la producción?, ¿Cómo se está cuantificando el rublo de inversión social?, ¿Quién esta monitoreando el impacto ambiental de la explotación? Pacific Rubiales está haciendo lo que quiere.
Como vemos, difícil irse cuando están pasando por su mejor momento financiero y especulando a todo dar con el subsuelo de nuestro Departamento. Las amenazas de Pacific, son berrinches de niña consentida que hablan de la habilidad política de sus fundadores.
Hay que recordar que Ronald Patin fue uno de los promotores del golpe de estado a Hugo Chávez en el 2002 desde su cargo administrativo en PDVSA y que gracias a las modificaciones realizadas por Pastrana, Uribe y fortalecidas con Santos, lo han hecho amasar una gran fortuna a costillas del petróleo del municipio de Puerto Gaitán.
Es preferible repetir el caso de la Chevron en Castilla y Apiay, que se vaya Pacific Rubiales y que asuma los pozos Ecopetrol para que el total de sus utilidades sean públicas y revertidas en el gasto social que tanto necesita el país y el Meta.
No solo porque los trabajadores de la industria petrolera merecen mejores condiciones laborales, sino porque de allí depende la soberanía, el desarrollo social y nuestro territorio. Está en juego el futuro de los miles de metenses que solo muerden el polvo del pasar de las mulas y que cuelgan de la malla mendigando un puesto a una empresa que hace gala de su despotismo mientras acumula una enorme riqueza del subsuelo, del suelo, de las manos y del sudor de sus trabajadores.
NOTA
1. Más que preocupante que se entregó del Bloque Tinigua a Petronova, en todo el corazón del Parque Natural los Picachos y la Sierra de la Macarena. La “locomotora” minera se está volviendo una aplanadora sin límites de conservación, ni sostenibilidad.
2. Felicitaciones a los estudiantes de la Universidad de los Llanos que con creatividad, esfuerzo y alegría han promovido más que movilizaciones, jornadas de reflexión cívica sobre el devenir de la educación como derecho. El pueblo aprende a reconocerse en sus consignas, demostrando que los estudiantes siguen siendo la conciencia desnuda y critica de la sociedad, que no vive de idealismos postergados sino de razones de peso frente a la mercantilización de la vida.
[1] Análisis del reporte financiero de Pacific Rubiales junio 2011.
(*) Proyecto Gramalote
Por Felipe Harman
Tomado de noticiasdevillavicencio.com
La historia del petróleo en el Meta no nació con Pacific Rubiales. Desde finales de los 80 la estatal Ecopetrol tenía conocimiento de los yacimientos petrolíferos en la zona de Rubiales, que mas tarde fueron confirmados por la empresa Coplex en 1994. Comenzó la especulación financiera por la magnitud del yacimiento, entre el 2003 y el 2007 los derechos de explotación fueron cedidos a Tethys Petroleum Company, luego a Meta Petroleum cuyos propietarios eran la empresa brasileña Sinergy y el grupo americano Elliot, finalizando en manos de Pacific Rubiales en el 2007.
Se sabía que los yacimientos encontrados eran crudos pesados y que su comercialización dependería del precio internacional del barril, que en su momento estaba en alza ¿Por qué el gobierno permitió la adquisición de estos bloques dentro de la figura de contrato de asociación y no dispuso de su explotación directa con Ecopetrol? Por las mismas razones por las cuales volvimos a la concesión moderna, a la liquidación de regalías escalonadas y a la creación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos.
La dirigencia colombiana, en materia de petróleo, ha estado más preocupada por que las inversiones extranjeras se sientan en su casa, que por el bienestar y la soberanía de su país.
Pacific Rubiales hábilmente cuenta hoy con dos contratos que han rentabilizado su inversión de manera abismal: Rubiales/Piriri y Quifa. El primero con una producción promedio de 157.682 barriles/día en donde tienen participación del 43% y el 57% para Ecopetrol y el segundo Quifa con una producción de 35.000 barriles/día en donde tiene una participación del 60% y el 40% para Ecopetrol, pero con condiciones inmejorables de crecimiento. En el transcurso del segundo trimestre del 2011 en 13 pozos exploratorios la empresa encontró un índice de éxito del 92%.
Solo en el primer semestre del 2011 la empresa reporto utilidades por $ 400 millones de dólares, tres veces más que en el 2010. Por barril la utilidad que reporta es de 60.66 dol/barril, con un crecimiento del 53% con respecto al 2010, en donde los costos de producción son solo 5.63 dol/barril, gastos que equivalen a energía, seguros, seguridad y personal. En resumidas cuentas venden el barril a 103 dólares, gastan en transporte 10 dólares, en diluyente 16.33 dólares y en mano de obra menos de 3 dólares por barril. Solo basta multiplicar esa utilidad por los 110 mil barriles diarios a los que tiene derecho la empresa del total de producción. [1]
No contentos con ello, participan con el 35% en el Oleoducto de los Llanos (ODL) que a su vez dinamiza el transporte de su crudo; constituyen Pacific Green con 30.000 hectáreas para agro combustibles en la misma zona de Rubiales; compra el 49% de Maurel y Promm, petrolera holandesa que tiene presencia en el país, explota hierro y carbón con su fiduciaria minera; tiene más de 6 bloques en exploración y además constituye Petroelectrica de los Llanos para autoabastecer su demanda energética. (Y aquí ¿Dónde queda la Electrificadora del Meta?)
Si a ello le sumamos que en el último informe de la Contraloría sobre la Agencia Nacional de Hidrocarburos menciona la incompetencia para medir a boca de pozo el crudo explotado en el Departamento y que estamos a la buena voluntad de los registros que quieran reportar estas empresas, cabe cuestionarse acerca de: ¿Quién está controlando la producción?, ¿Cómo se está cuantificando el rublo de inversión social?, ¿Quién esta monitoreando el impacto ambiental de la explotación? Pacific Rubiales está haciendo lo que quiere.
Como vemos, difícil irse cuando están pasando por su mejor momento financiero y especulando a todo dar con el subsuelo de nuestro Departamento. Las amenazas de Pacific, son berrinches de niña consentida que hablan de la habilidad política de sus fundadores.
Hay que recordar que Ronald Patin fue uno de los promotores del golpe de estado a Hugo Chávez en el 2002 desde su cargo administrativo en PDVSA y que gracias a las modificaciones realizadas por Pastrana, Uribe y fortalecidas con Santos, lo han hecho amasar una gran fortuna a costillas del petróleo del municipio de Puerto Gaitán.
Es preferible repetir el caso de la Chevron en Castilla y Apiay, que se vaya Pacific Rubiales y que asuma los pozos Ecopetrol para que el total de sus utilidades sean públicas y revertidas en el gasto social que tanto necesita el país y el Meta.
No solo porque los trabajadores de la industria petrolera merecen mejores condiciones laborales, sino porque de allí depende la soberanía, el desarrollo social y nuestro territorio. Está en juego el futuro de los miles de metenses que solo muerden el polvo del pasar de las mulas y que cuelgan de la malla mendigando un puesto a una empresa que hace gala de su despotismo mientras acumula una enorme riqueza del subsuelo, del suelo, de las manos y del sudor de sus trabajadores.
NOTA
1. Más que preocupante que se entregó del Bloque Tinigua a Petronova, en todo el corazón del Parque Natural los Picachos y la Sierra de la Macarena. La “locomotora” minera se está volviendo una aplanadora sin límites de conservación, ni sostenibilidad.
2. Felicitaciones a los estudiantes de la Universidad de los Llanos que con creatividad, esfuerzo y alegría han promovido más que movilizaciones, jornadas de reflexión cívica sobre el devenir de la educación como derecho. El pueblo aprende a reconocerse en sus consignas, demostrando que los estudiantes siguen siendo la conciencia desnuda y critica de la sociedad, que no vive de idealismos postergados sino de razones de peso frente a la mercantilización de la vida.
[1] Análisis del reporte financiero de Pacific Rubiales junio 2011.
(*) Proyecto Gramalote
Por Felipe Harman
Tomado de noticiasdevillavicencio.com
Que hombre tan hermoso e inteligente...
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