El aprendizaje en los primeros años de vida es vital para el desarrollo integral de los estudiantes, a pesar de ello, el programa Santos está encaminado a desaparecer el acompañamiento de los niños antes de los 5 años.
El pliego de peticiones que entregará FECODE al gobierno el 7 de abril propende por la protección de la atención a la primera infancia, pues el plan de desarrollo desconoce la enseñanza y orientación de los menores de 0 a 4 años.
El Capítulo 3, Artículos 75 y 76 del plan de desarrollo, titulado Igualdad de Oportunidades para la Prosperidad, se refiere a la oferta programática para la primera infancia y evidencia en su Parágrafo 1 que “la atención integral a la primera infancia, como la prestación del servicio y atención dirigida a los niños y niñas desde la gestación hasta los 5 años y 11 meses de edad, con criterios de calidad y de manera articulada, brindando intervenciones en las diferentes dimensiones del desarrollo infantil temprano en salud, nutrición, educación inicial, cuidado y protección”.
Ese parágrafo evidencia la desaparición del preescolar, es decir, se desconocen los principios básicos de acompañamiento en etapas tempranas, un daño irreparable cuando se habla de formación inicial. En cambio, se le impone esta tarea a las madres comunitarias, quienes pueden contar con la capacitación pero cuya formación no se compara con la de los educadores preparados. Los docentes profesionalizados en preescolar quedarán rezagados, porque la financiación del proceso pasará en manos de 452 operadores privados que intervendrán 1.2 billones de estudiantes a través de convenios y alianzas por 5.6 billones de pesos por 4 años.
Víctor Gaona Rosas, secretario General del CEID, explicó que “FECODE siempre ha mantenido una propuesta: es la de la secuencialidad de la estructura de la educación colombiana con base en los tres grados del preescolar en las edades de 3, 4 y 5 años, y los demás ciclos de la enseñanza deben ser secuenciales pero atendidos por el Estado y que hagan parte de una estructura; no como lo está proponiendo el gobierno nacional que es a través del ICBF, mediante 452 operadores a quienes el gobierno nacional les dio el visto bueno”.
El plan de desarrollo, además de reducir el proceso a lineamientos básicos de atención, visibilizará la flexibilización laboral, la precarización de la profesión de los docentes porque serán remplazados por madres comunitarias, a quienes se les darán talleres que no corresponden con la calidad y el nivel que requiere este periodo de enseñanza. “Es un programa que está enmarcado dentro de la política neoliberal que el gobierno nacional ha venido impulsando desde gobiernos atrás y que en este ha tomado gran impulso. En general, toca toda la estructura de la educación colombiana desde el preescolar pasando por la educación media hasta la educación superior, toda la política de mercantilización, flexibilización y privatización de la educación se aplica en este programa de la primera infancia”, continuó Gaona Rosas.
Lo más conveniente para el aprendizaje de los niños sería que su enseñanza iniciara a temprana edad; y que esta se complemente con su nivel nutricional. La exigencia de FECODE es reivindicar la calidad y la no privatización para garantizar un acceso igualitario; por tal motivo, el pliego de peticiones requiere acompañamiento con el objetivo de preservar el aprendizaje de las generaciones venideras.
El pliego de peticiones que entregará FECODE al gobierno el 7 de abril propende por la protección de la atención a la primera infancia, pues el plan de desarrollo desconoce la enseñanza y orientación de los menores de 0 a 4 años.
El Capítulo 3, Artículos 75 y 76 del plan de desarrollo, titulado Igualdad de Oportunidades para la Prosperidad, se refiere a la oferta programática para la primera infancia y evidencia en su Parágrafo 1 que “la atención integral a la primera infancia, como la prestación del servicio y atención dirigida a los niños y niñas desde la gestación hasta los 5 años y 11 meses de edad, con criterios de calidad y de manera articulada, brindando intervenciones en las diferentes dimensiones del desarrollo infantil temprano en salud, nutrición, educación inicial, cuidado y protección”.
Ese parágrafo evidencia la desaparición del preescolar, es decir, se desconocen los principios básicos de acompañamiento en etapas tempranas, un daño irreparable cuando se habla de formación inicial. En cambio, se le impone esta tarea a las madres comunitarias, quienes pueden contar con la capacitación pero cuya formación no se compara con la de los educadores preparados. Los docentes profesionalizados en preescolar quedarán rezagados, porque la financiación del proceso pasará en manos de 452 operadores privados que intervendrán 1.2 billones de estudiantes a través de convenios y alianzas por 5.6 billones de pesos por 4 años.
Víctor Gaona Rosas, secretario General del CEID, explicó que “FECODE siempre ha mantenido una propuesta: es la de la secuencialidad de la estructura de la educación colombiana con base en los tres grados del preescolar en las edades de 3, 4 y 5 años, y los demás ciclos de la enseñanza deben ser secuenciales pero atendidos por el Estado y que hagan parte de una estructura; no como lo está proponiendo el gobierno nacional que es a través del ICBF, mediante 452 operadores a quienes el gobierno nacional les dio el visto bueno”.
El plan de desarrollo, además de reducir el proceso a lineamientos básicos de atención, visibilizará la flexibilización laboral, la precarización de la profesión de los docentes porque serán remplazados por madres comunitarias, a quienes se les darán talleres que no corresponden con la calidad y el nivel que requiere este periodo de enseñanza. “Es un programa que está enmarcado dentro de la política neoliberal que el gobierno nacional ha venido impulsando desde gobiernos atrás y que en este ha tomado gran impulso. En general, toca toda la estructura de la educación colombiana desde el preescolar pasando por la educación media hasta la educación superior, toda la política de mercantilización, flexibilización y privatización de la educación se aplica en este programa de la primera infancia”, continuó Gaona Rosas.
Lo más conveniente para el aprendizaje de los niños sería que su enseñanza iniciara a temprana edad; y que esta se complemente con su nivel nutricional. La exigencia de FECODE es reivindicar la calidad y la no privatización para garantizar un acceso igualitario; por tal motivo, el pliego de peticiones requiere acompañamiento con el objetivo de preservar el aprendizaje de las generaciones venideras.
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