Por Yesid Quiroga.
Además de aumentar el número de niños por curso y por maestro en varias regiones del país incrementan horas de clase a los profesores para reducir aún más la planta docente, una medida que también va en contra de la ley.
El Decreto 1850 dice que los maestros deben asumir 22 períodos de clase de 60 minutos a la semana, al multiplicar 22 x 60 el resultado es 1320 minutos. Los rectores para disminuir el número de maestros los obligan a responsabilizarse de 24 horas de 55 minutos, lo cual no altera el tiempo porque da 1320 minutos, pero sí la cantidad de clases, lo que conlleva a que se disminuya la planta docente.
En una semana un niño debe recibir 30 períodos de clase, es decir 6 diarios. Si cada profesor asume 22 clases, el niño se queda sin 8 períodos de clase. Para cubrir el faltante sin contratar más maestros a cada educador le incrementan dos clases y le bajan el tiempo a 55 minutos, al final, en una planta amplía de docentes, se produce el milagro, sobran maestros.
Para Víctor Gaona, Secretario General del CEID Nacional, lo anterior implica que por cada once maestros sobra uno, por cada 110 sobran 10 y por cada 1100 maestros sobrarán 100. Es decir, que en una planta como Cundinamarca que se compone de 11 mil maestros sobraría 100 en el departamento y a nivel nacional donde hay 300 mil sobrarían 30 mil docentes.
La medida también tiene consecuencias pedagógicas y legales.
Víctor Gaona aseguró que si el rector de una institución asigna a cada maestro 24 horas de 55 minutos los estudiantes están perdiendo cinco minutos por clase, lo que al año implica que pierdan diez horas de clase en un promedio de 100 horas. Lo anterior trae consigo implicaciones pedagógicas en los estudiantes, puesto que los docentes no sólo dejan de dictar un número de horas importante sino que incurren también en falsedad de documento, porque al entregarles a los estudiantes el boletín aparece definida una intensidad horaria que no corresponde a la que se dictó.
FECODE siempre ha defendido que los maestros asuman 22 períodos de clase y dediquen 8 horas a la preparación, la planeación y otras actividades académicas, tal como lo contempla el Decreto 1850, por eso invita a los Consejos Académicos y a los Consejos de Profesores a hacer cumplir la norma y no aceptar cargas de 24 períodos de clase.
Además de aumentar el número de niños por curso y por maestro en varias regiones del país incrementan horas de clase a los profesores para reducir aún más la planta docente, una medida que también va en contra de la ley.
El Decreto 1850 dice que los maestros deben asumir 22 períodos de clase de 60 minutos a la semana, al multiplicar 22 x 60 el resultado es 1320 minutos. Los rectores para disminuir el número de maestros los obligan a responsabilizarse de 24 horas de 55 minutos, lo cual no altera el tiempo porque da 1320 minutos, pero sí la cantidad de clases, lo que conlleva a que se disminuya la planta docente.
En una semana un niño debe recibir 30 períodos de clase, es decir 6 diarios. Si cada profesor asume 22 clases, el niño se queda sin 8 períodos de clase. Para cubrir el faltante sin contratar más maestros a cada educador le incrementan dos clases y le bajan el tiempo a 55 minutos, al final, en una planta amplía de docentes, se produce el milagro, sobran maestros.
Para Víctor Gaona, Secretario General del CEID Nacional, lo anterior implica que por cada once maestros sobra uno, por cada 110 sobran 10 y por cada 1100 maestros sobrarán 100. Es decir, que en una planta como Cundinamarca que se compone de 11 mil maestros sobraría 100 en el departamento y a nivel nacional donde hay 300 mil sobrarían 30 mil docentes.
La medida también tiene consecuencias pedagógicas y legales.
Víctor Gaona aseguró que si el rector de una institución asigna a cada maestro 24 horas de 55 minutos los estudiantes están perdiendo cinco minutos por clase, lo que al año implica que pierdan diez horas de clase en un promedio de 100 horas. Lo anterior trae consigo implicaciones pedagógicas en los estudiantes, puesto que los docentes no sólo dejan de dictar un número de horas importante sino que incurren también en falsedad de documento, porque al entregarles a los estudiantes el boletín aparece definida una intensidad horaria que no corresponde a la que se dictó.
FECODE siempre ha defendido que los maestros asuman 22 períodos de clase y dediquen 8 horas a la preparación, la planeación y otras actividades académicas, tal como lo contempla el Decreto 1850, por eso invita a los Consejos Académicos y a los Consejos de Profesores a hacer cumplir la norma y no aceptar cargas de 24 períodos de clase.
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