Por Fernando Duque N.
No conozco ningún país en el mundo donde en unas elecciones hayan anulado 2 millones de votos: 15%; ni donde el Presidente haya participado tanto en política; ni donde haya sido la oposición la que perdió esos 2 millones, como ya se empieza a entender, cuando sabemos que todos los adictos al Presidente llevaban meses practicando la votación.
Ni que sólo hace 5 meses hayan cambiado la empresa que llevaba 20 años contando bien los comicios por otra (por 70 mil millones) sin ninguna experiencia y que a la vez subcontrató otra de Miami.
Y nunca en la historia de Colombia se había visto tal corrupción, tal ineficacia, tal confusión, más las increíbles órdenes de la Registraduría sobre dejar bolsas abiertas o parar el conteo a la media noche de una consulta. O las acusaciones de todo un presidente -en Televisión horario triple A- de que el registrador (que es abstemio y de la oposición) estaba borracho.
Tampoco se había visto tal cantidad de dinero en la publicidad, en el transporte y en los votos (en el norte del Valle y otras regiones del país pagaban hasta $100.000 pesos por voto).
Parece casualidad, pero no lo es. ¿Por qué el partido del Presidente y los partidos del Presidente sacaron escandalosas votaciones mientras la oposición bajó y perdió terreno?
Cuando Antonio Caballero hace unos años dijo que Uribe se iba a quedar 24 años pensábamos que estaba loco. Cuando los analistas decían que el pacto de Ralito era para 24 años pensamos que estaban exagerando.
Pues no. Van 8 años de Uribe y vamos para otros 8 años de Santos.
¿Pensaron que el aventajado hijo de Pablo estaba mamando gallo? ¿Que esa caravana de plata y plomo que comenzó hace 30 años era por joder? ¿Que José Obdulio era una simple distracción? No, señores: vienen por todo... y todo es todo.
No descansarán hasta arrebatarle al último campesino su tierra, al último sindicalista la lengua y hasta haber tumbado todos los gobiernos progresistas de América. Es un problema de convicciones y de dinero. Como las del general Franco o las de Laureano Gómez (y aún peor porque no tenían narcotráfico, Franco Y Laureano pasaron su infancia entre cultos, Alvaro en un establo). Ya le arrebataron a la burguesía tradicional el poder. Se tragaron el 70% del Partido Liberal, todo el Partido Conservador, la Iglesia y los gremios, las instituciones legales e ilegales, el Ejército y la Policía. Sus amigos de Tierralta y el Ubérrimobse tomaron ya 6 millones de hectáreas. Privatizó la salud y la educación para enriquecer a sus amigos y familiares; y las grandes y rentables empresas de reciclaje y artesanías están en manos de sus hijos.
Pues hoy, de una manera aterradoramente sospechosa, después de 8 años de escándalos, Álvaro Uribe está más fuerte que nunca. El 65% del Congreso es uribista (U, PIN, Conservador, Cambio Radical); Nohemí es uribista, lo que pasa es que no quiere a Santos, Vargas Lleras es ultrauribista lo que pasa es que no quiere a Santos.
¿Qué hacer? Ridículas, por decir lo menos, estúpidas e irresponsables con el país, son todas las declaraciones que han dado los precandidatos presidenciales de la oposición. Excepto Pardo, todos han dicho que van solos a la primera vuelta. ¡Qué locos! La bandeja servida para el tirano. ¡Qué colombianos tan colombianos! Qué falta de racionalidad, de lógica, de responsabilidad y de compromiso con una causa. No se le quieren medir al pacto contra la mafia. No quieren acompañar a la Corte Suprema y a la endeble Constitución que aún resiste. Quieren brindarle a la narcodemocracia que lleva 8 años, otros ocho y otros ocho. Quieren más fosas comunes, más falsos positivos y más agroingreso seguro. Fue la plata de agroingreso seguro la que hizo que el Partido de la U se disparara. Fue la plata de los amigos de Uribe en la cárcel la que hizo que el PIN sacara 8 senadores.
Y aun así, sabiéndolo así, ¿estos egos se van a lanzar a la primera vuelta a estrellarse contra el muro para que Colombia siga siendo la infamia del mundo y el charco de sangre en que se ahoga ? Prefieren sus egos que unirse y arrebatarle el poder a la gran burguesía y a la mafia para que el mundo al fin nos deje de mirar de reojo y con recelo.
Pardo, Petro y Antanas: la grandeza no es lo que han logrado. Pues es pírrico el milloncito de cada uno al lado de los 2,8 de la U o los 2,2 de los conservadores. Y para nada van a servir esos 3 milloncitos contados de a uno en la primera. Para nada es para nada, óigase bien, porque la noche de la primera vueta a las 8 p.m., cuando vean que a la segunda vuelta pasaron Santos y Nohemí, sus egos (que demuestran la demagogia de sus palabras) no podrán dormir en muchos meses, porque sabrán que tuvieron en sus manos la posibilidad de sacar a Colombia de la horrible noche y no lo hicieron.
Y usted también, señor Robledo, porque nosotros los del Polo sabemos lo difícil que es para usted aceptar esto y sabemos que un solo guiño suyo nos salvaría. Cuando se consuman estos otros 8 años de Santos, las cartillas y los idearios no servirán para consolar la tristeza de millones de madres, viudas y huérfanos, ante el espectáculo de un país paria detenido en las oscuras nieblas de la edad media.
No conozco ningún país en el mundo donde en unas elecciones hayan anulado 2 millones de votos: 15%; ni donde el Presidente haya participado tanto en política; ni donde haya sido la oposición la que perdió esos 2 millones, como ya se empieza a entender, cuando sabemos que todos los adictos al Presidente llevaban meses practicando la votación.
Ni que sólo hace 5 meses hayan cambiado la empresa que llevaba 20 años contando bien los comicios por otra (por 70 mil millones) sin ninguna experiencia y que a la vez subcontrató otra de Miami.
Y nunca en la historia de Colombia se había visto tal corrupción, tal ineficacia, tal confusión, más las increíbles órdenes de la Registraduría sobre dejar bolsas abiertas o parar el conteo a la media noche de una consulta. O las acusaciones de todo un presidente -en Televisión horario triple A- de que el registrador (que es abstemio y de la oposición) estaba borracho.
Tampoco se había visto tal cantidad de dinero en la publicidad, en el transporte y en los votos (en el norte del Valle y otras regiones del país pagaban hasta $100.000 pesos por voto).
Parece casualidad, pero no lo es. ¿Por qué el partido del Presidente y los partidos del Presidente sacaron escandalosas votaciones mientras la oposición bajó y perdió terreno?
Cuando Antonio Caballero hace unos años dijo que Uribe se iba a quedar 24 años pensábamos que estaba loco. Cuando los analistas decían que el pacto de Ralito era para 24 años pensamos que estaban exagerando.
Pues no. Van 8 años de Uribe y vamos para otros 8 años de Santos.
¿Pensaron que el aventajado hijo de Pablo estaba mamando gallo? ¿Que esa caravana de plata y plomo que comenzó hace 30 años era por joder? ¿Que José Obdulio era una simple distracción? No, señores: vienen por todo... y todo es todo.
No descansarán hasta arrebatarle al último campesino su tierra, al último sindicalista la lengua y hasta haber tumbado todos los gobiernos progresistas de América. Es un problema de convicciones y de dinero. Como las del general Franco o las de Laureano Gómez (y aún peor porque no tenían narcotráfico, Franco Y Laureano pasaron su infancia entre cultos, Alvaro en un establo). Ya le arrebataron a la burguesía tradicional el poder. Se tragaron el 70% del Partido Liberal, todo el Partido Conservador, la Iglesia y los gremios, las instituciones legales e ilegales, el Ejército y la Policía. Sus amigos de Tierralta y el Ubérrimobse tomaron ya 6 millones de hectáreas. Privatizó la salud y la educación para enriquecer a sus amigos y familiares; y las grandes y rentables empresas de reciclaje y artesanías están en manos de sus hijos.
Pues hoy, de una manera aterradoramente sospechosa, después de 8 años de escándalos, Álvaro Uribe está más fuerte que nunca. El 65% del Congreso es uribista (U, PIN, Conservador, Cambio Radical); Nohemí es uribista, lo que pasa es que no quiere a Santos, Vargas Lleras es ultrauribista lo que pasa es que no quiere a Santos.
¿Qué hacer? Ridículas, por decir lo menos, estúpidas e irresponsables con el país, son todas las declaraciones que han dado los precandidatos presidenciales de la oposición. Excepto Pardo, todos han dicho que van solos a la primera vuelta. ¡Qué locos! La bandeja servida para el tirano. ¡Qué colombianos tan colombianos! Qué falta de racionalidad, de lógica, de responsabilidad y de compromiso con una causa. No se le quieren medir al pacto contra la mafia. No quieren acompañar a la Corte Suprema y a la endeble Constitución que aún resiste. Quieren brindarle a la narcodemocracia que lleva 8 años, otros ocho y otros ocho. Quieren más fosas comunes, más falsos positivos y más agroingreso seguro. Fue la plata de agroingreso seguro la que hizo que el Partido de la U se disparara. Fue la plata de los amigos de Uribe en la cárcel la que hizo que el PIN sacara 8 senadores.
Y aun así, sabiéndolo así, ¿estos egos se van a lanzar a la primera vuelta a estrellarse contra el muro para que Colombia siga siendo la infamia del mundo y el charco de sangre en que se ahoga ? Prefieren sus egos que unirse y arrebatarle el poder a la gran burguesía y a la mafia para que el mundo al fin nos deje de mirar de reojo y con recelo.
Pardo, Petro y Antanas: la grandeza no es lo que han logrado. Pues es pírrico el milloncito de cada uno al lado de los 2,8 de la U o los 2,2 de los conservadores. Y para nada van a servir esos 3 milloncitos contados de a uno en la primera. Para nada es para nada, óigase bien, porque la noche de la primera vueta a las 8 p.m., cuando vean que a la segunda vuelta pasaron Santos y Nohemí, sus egos (que demuestran la demagogia de sus palabras) no podrán dormir en muchos meses, porque sabrán que tuvieron en sus manos la posibilidad de sacar a Colombia de la horrible noche y no lo hicieron.
Y usted también, señor Robledo, porque nosotros los del Polo sabemos lo difícil que es para usted aceptar esto y sabemos que un solo guiño suyo nos salvaría. Cuando se consuman estos otros 8 años de Santos, las cartillas y los idearios no servirán para consolar la tristeza de millones de madres, viudas y huérfanos, ante el espectáculo de un país paria detenido en las oscuras nieblas de la edad media.
Espectacular y cruel articulo, que narra una cruda realidad, que tiene razón en un 500%, porque si realmente fuese importante el pueblo colombiano; debería darse la coalición entre los minoritarios para poder hacer mayoría como opositores que dicen ser ante este sistema fascista, asesino y cruel.
ResponderEliminarDe no ser así, quedara en sus conciencias la avaricia de alimentar un ego, y que el tiempo les de el perdón por sacrificar a un pueblo sufrido y maltratado.
Aunque conozco poco sobre como se mueven los intereses políticos de nuestros candidatos(Pardo, Petro y Antanas), estoy de acuerdo, mientras sigamos compitiendo entre nosotros mismos por el poder, nunca alcanzaremos a gobernar este país, la lucha es contra los partidos tradicionales que nada han hecho por el pueblo, no entre nosotros.
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